lunes, 20 de octubre de 2014

El Papa recuerda que «la Iglesia es de Cristo y todos los Obispos tienen la tarea y el deber de custodiarla y servirla»



(RV) Con un corazón lleno de reconocimiento y de gratitud, finalizados los trabajos del Sínodo, el Papa se dirigió a todos los participantes: «Puedo decir serenamente que, con un espíritu de colegialidad y de sinodalidad, hemos vivido verdaderamente una experiencia de «sínodo», un recorrido solidario, un «camino juntos» –expresó. Y siendo un «camino» –como todo camino– hubo momentos de profunda consolación, escuchando el testimonio de pastores verdaderos y los testimonios de las familias que han participado del Sínodo. Y también hubo momentos de desolación, de tensión y de tentación.

Seguidamente Francisco dibujó un mapa de posibles tentaciones: La tentación del endurecimiento hostil; del «buenismo destructivo». La tentación de transformar la piedra en pan y el pan en piedra; la tentación de descender de la cruz; de descuidar el «depositum fidei», considerándose no custodios, sino propietarios y patrones, Leer más...