viernes, 8 de noviembre de 2013

¿POR QUÉ NO VAMOS A MISA?



No se trata de echarnos la culpa, pero tampoco de quitárnosla toda. Si las cosas están como están, algo de culpa tendré yo también. La pregunta, por lo tanto, es obvia: ¿qué pasa en nuestras parroquias, sobre todo en la celebración Eucarística? ¿Por qué la gente, los católicos no quieren ir a misa? ¿Cuáles son las razones con las que se justifican? ¿Podremos hacer algo nosotros, cada uno?

Sabemos que muchos se autoengañan y buscan justificaciones. No quieren porque pueden elegir por optar ser libres u obedecer y someterse a las cosas del mundo. Pero hay otros que quizás se escandalizan o se alejan porque son espantados y no acogidos. Es ahí donde debemos reflexionar.

Son preguntas que aguardan respuestas. Y esas respuestas gravitan y se esconden en nosotros. No se trata de responderlas aquí; ni tampoco encontrar respuestas concretas. Se trata de reflexionar al respecto y ver qué ocurre, y que puedo hacer yo para que ese muro se derrumbe.

Otros, que se hacen estas preguntas, han hecho una encuesta y el resultado es este: ver aquí