miércoles, 19 de diciembre de 2012

SAN NEMESIO

 San Nemesión o Nemesio, detenido como culpable de robo, probó su...

De su vida, poco sabemos. Sólo su final, el martirio, nos ha llegado hasta nosotros. En el año 250, durante las persecuciones de Decio, el obispo Dionisio de Alejandría nos da cuenta de él. Se le estimaba entre los que más del pueblo por la conducta justa y sus costumbres sanas; en fin, apreciado por su bondad y conducta ética intachable, como cabe y debe esperarse en un discípulo de Cristo verdadero. Pero la envidia empuja a acusadores a delatarle ante la justicia, primero como delincuente, de lo que sale absuelto, y luego de cristiano, fatal carga. Nemesio confirma la acusación y termina quemado en la hoguera en compañía de algunos ladrones y asesinos de su tiempo.


 HIMNO III
(Laudes)
 
La pena que la tierra soportaba,
a causa del pecado, se ha trocado
en canto que brota jubiloso,
en labios de María pronunciado.

El sí de las promesas ha llegado,
la alianza se cumple, poderosa,
el Verbo eterno de los cielos
con nuestra débil carne se desposa.

Misterio que sólo la fe alcanza,
María es nuevo templo de la gloria,
rocío matinal, nube que pasa,
luz nueva en presencia misteriosa.

A Dios sea la gloria eternamente,
y al Hijo suyo amado, Jesucristo,
que quiso nacer para nosotros
y darnos su Espíritu divino. Amén.