viernes, 30 de junio de 2017

Jesús lo tocó diciendo: ¡quiero, queda limpio!

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo 8, 1-4.


Cuando Jesús bajó de la montaña, lo siguió una gran multitud.

Entonces un leproso fue a postrarse ante él y le dijo: "Señor, si quieres, puedes purificarme".
Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Lo quiero, queda purificado". Y al instante quedó purificado de su lepra.

Jesús le dijo: "No se lo digas a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que ordenó Moisés para que les sirva de testimonio".

Palabra del Señor

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