martes, 14 de febrero de 2017

Ceguera de los discípulos

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Marcos 8,14-21.


Los discípulos se habían olvidado de llevar pan y no tenían más que un pan en la barca.
Jesús les hacía esta recomendación: "Estén atentos, cuídense de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes".

Ellos discutían entre sí, porque no habían traído pan.
Jesús se dio cuenta y les dijo: "¿A qué viene esa discusión porque no tienen pan? ¿Todavía no comprenden ni entienden? Ustedes tienen la mente enceguecida.


Tienen ojos y no ven, oídos y no oyen. ¿No recuerdan cuántas canastas llenas de sobras recogieron, cuando repartí cinco panes entre cinco mil personas?". Ellos le respondieron: "Doce".

"Y cuando repartí siete panes entre cuatro mil personas, ¿cuántas canastas llenas de trozos recogieron?". Ellos le respondieron: "Siete".

Entonces Jesús les dijo: "¿Todavía no comprenden?".


Palabra del Señor
Gloria a Ti, Señor Jesús




Todavía hoy sigue endurecido nuestro corazón, como el de los discípulos, a pesar de la amistad de Dios, a pesar de la señal del pan multiplicado, tenemos ojos y no vemos, tenemos oídos y no oímos, buscamos constantemente otro pan, un pan que no sacia y al hacer esto nuestro corazón no cesa de formar pensamientos inútiles, de concebir designios impuros, solo podremos poner limite a esta proliferación de pensamientos, si comprendemos que el único pan que hay en la barca es el que nos basta, el pan único, es el corazón del hijo que ha entregado su vida por todos nosotros.
Jesús es el único pan necesario.



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