domingo, 18 de diciembre de 2016

DESDE BURKINA Y CON AMOR



SOR BERNARDA

Desde Burkina Faso: Queridos amigos , al acercarse estas Grandes Fiesta os recuerdo de una manera especial ante Jesus y comparto con vosotros esta experiencia del agua :ese regalo esa luz que ese hombre recibió y que la puso al servicio de los otros … por eso   hemos recibido el don del agua que nos hace más feliz aun, pensando también en el bien que se puede hacer en un futuro con esta gente de tanta  necesidad de todo pero sobre todo del agua es un regalo de Navidad!
Un fuerte abrazo Bernarda

NB/ El punto de agua lo encontró un señor Vincent de Paul  ya mayor “RADIESTHESIE –NUMEROLOGIE” es una ciencia, es un don que este caballero de lejos y con el mapa de situación más el plan de masa de nuestro terreno y zona .. busca y efectivamente encontró el punto, luego viajo y llego  a nuestro terreno y siguió buscando  con un péndulo y dio en el clavo, los que hicieron la perforación siguieron sus indicaciones de ir a 110 m de profundidad  y así fue ya antes de llegar a los 80 m había  3m cúbicos y así siguió hasta los 110… un misterio. Ya se había intentado muchísimas veces y si, ya teníamos uno que da 1.5 m cúbicos
En fin esta es la realidad de la PROVIDENCIA  que damos gracias a Dios y  a la Virgen  por este don!!
Gracias también a todos los colaboradores!
¡FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO 2017!

Mostrando agua y al fondo el castillo .JPG




Felicitación de Navidad

JOSÉ, UN HOMBRE DE DIOS

(Mt 1,18-24)
No cabe duda que tanto María como José tuvieron una gran participación en la obra redentora de Dios. Y queda al descubierto y para admiración de todos, la fidelidad y fe depositada en las Manos del Señor al porner en Él toda su confianza. Dejar tus proyectos y sueños para aceptar los que el Señor te propone no es tarea fácil. Quizás preguntándotelo puedes calibrar lo duro y difícil de responder afirmativamente.

José no podía comprender que ocurría con María. Sabía que era imposible lo que estaba viendo, pero era la realidad. Pero José conocía a María yo no podía creérselo. Tanto es así que desidió repudiarla en secreto. No quería perjudicarle. Dice la Bilbia de él que era varón justo. Podemos suponer los momentos y días que tuvo que pasar José. Y también María.

Podemos preguntarnos:  ¿Cómo seguir adelante cuando la vida se nos complica tanto? Esperamos que todo con el Señor nos vaya mejor, pues se lo pedimos, y sin embargo sucede lo contrario. Nace en nosotros la tentación del rechazo y abandono. Y ocurre lo contrario, tanto María como José escuchan la Palabra del Señor y aceptan su Plan.

Me gusta imaginar los deseos que tendría José de encontrar una justificación, una razón para llevar a María a su casa. Porque, también lo quiero suponer, sabía de su honradez y sinceridad. Y es que cuando uno quiere escuchar al Señor porque cree en su Palabra y se fia de Él, el Señor le responde. Así, José recibió la respuesta por medio del ángel y comprendió lo que estaba ocurriendo. Quizás no lo entendió, pero le bastaba con saber que era obra del Espíritu Santo.

Posiblemente a nosotros nos esté ocurriendo lo mismo. No llegamos a entender los planes y designios de Dios para con nostros, pero, ¿nos fiamos de Él? Esa es la cuestión que debemos aprender de María y José.