lunes, 28 de abril de 2014

EN LA CANONIZACIÓN DE JUAN XXIII Y JUAN PABLO II

D. Miguel Hernández Suárez, párroco de San Ginés Obispo de Arrecife. D. Ricardo Miranda, párroco de Tias, y D. Gerarndo, sacerdote que estuvo un tiempo en nuestra  parroquia.

domingo, 27 de abril de 2014

DE DOMINGO A DOMINGO

(Jn 20,19-31)


Todos llevamos la impronta de Tomás, pues si no vemos no creemos. Y digo más, incluso viendo nos sigue costando creer. Es significativo como Jesús enseña sus heridas para que le reconozcan, pues nos conoce y sabe de nuestra dificultad para creer. Por eso su frase. "Dichosos aquello que crean sin ver".

Estamos atenazados por el miedo y por nuestra ignorancia. A pesar de ver, la fe no nos fortalece si no nos la infunde el Espíritu Santo, porque sólo el Espíritu de Dios nos puede iluminar, dar y aumentar nuestra fe. Así, los apóstoles recibieron, por Jesús, el soplo del Espíritu Santo y el poder de perdonar los pecados. No se entiende de otra forma como la Iglesia permanece y persevera desde aquellos días hasta hoy.

Sin embargo, me parece muy oportuna la lección de Tomás, quien a pesar de su incredulidad vio y tocó, ofrecidas por el Señor, su llagas y heridas de manos y pies y postrado ante Él se entrego adorándole: "Señor mío y Dios mío". ¿Es esta, podemos preguntarnos, nuestra actitud e intención? ¿Estamos buscándole y dispuestos a postrarnos, abandonándonos en Él, ante el Señor?

Estas y otras preguntas más deben ayudarnos a reflexionar y a tratar de responder a la llamada del Señor. Porque Él siempre nos busca, tal y como hizo con Tomás.

miércoles, 23 de abril de 2014

AUDIENCIA GENERAL DEL PAPA FRANCISCO


 


“¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?”
Queridos hermanos y hermanas:
En estos días celebramos con alegría el gran misterio de la resurrección de Cristo. Es una alegría autentica, profunda, que se basa en la certeza de que Cristo resucitado no muere más, sino que vive y actúa en la Iglesia y en el mundo. No es fácil aceptar la presencia del resucitado en medio de nosotros. La pregunta que el ángel dirigió a las mujeres, aquella mañana de Pascua: “¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo?”, nos debe interrogar también a nosotros. Leer más

domingo, 20 de abril de 2014

DE DOMINGO A DOMINGO


(Jn 20,1-9)

Estaban derrotados, desilusionados, vencidos, decepcionados... No habían entendido nada y, por lo tanto, no esperaban nada. Esa mañana tuvo que ser grandiosa, tan grandiosa que les movió toda su vida a seguir al Señor en cuerpo y alma y a darlo todo por Él.

Me imagino el desasosiego y la esperanza contenida por imaginar y empezar a entender lo que el Maestro les había dicho. ¿Dónde estaba Jesús? ¿Había Resucitado? ¡Dios mío, esto cambiaba todo de forma radical! Jesús vive, ha triunfado y el Amor es el camino del triunfo. La muerte no es la última palabra. Es Jesús quien nos da la vida y quien tiene la última Palabra. Es el Señor, el Hijo de Dios Vivo.

Hoy es un día grande, grande porque se pasa de la muerte a la vida; de la derrota a la victoria; de la tristeza a la alegría, de la desesperanza a la esperanza... Xto. Jesús ha Resucitado y en Él resucitaremos nosotros también, porque su Amor y Misericordia es Infinita.

Por eso, en contenida alegría y sabiendo, por el testimonio de los apóstoles, que Jesús ha vencido a la muerte, esperamos con inusitada y silenciosa alegría el momento exultante de proclamar que Jesús Vive entre nosotros y nos resucitará en Él por la Gracia y el Amor de Dios Padre.

miércoles, 16 de abril de 2014

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO



Queridos hermanos y hermanas:
Hoy, en la mitad de la Semana Santa, la liturgia nos presenta el triste hecho de la traición de Judas. Judas va a las autoridades y les dice simplemente: ¿Cuánto me van a dar si yo lo entrego?”. “Treinta monedas”. Y Jesús tiene precio, como cualquier mercadería en un mercado. Y Jesús acepta esa humillación hasta la muerte de cruz. En su sufrimiento y en su muerte podemos ver el dolor de la humanidad, el dolor de nuestros pecados, y la respuesta de Dios a ese misterio del poder del mal. Dios toma sobre sí el mal del mundo para vencerlo. Su Pasión no ocurre por error, es la manera de mostrarnos su amor infinito. Leer más...

domingo, 13 de abril de 2014

DOMINGO DE RAMOS

(Mt 26,14—27,66)


Entre la algarabía de la entrada a Jerusalén, vitoreado y aclamado como Rey, a las acusaciones, rechazos y desprecio condenándolo a una muerte de Cruz, Jesús se encuentra ante los hombres que no ven más allá de lo que tienen enfrente. Es también la paradoja de la vida, el amor y el odio, porque no se ama gratuitamente sino compensadamente, y cuando no hay prestaciones se da la espalda.

Jesús que lo ha dado todo, y está dispuesto a dar su vida, encuentra momentos de júbilo seguidos de momentos de cruz. Es el rechazo a la verdad que descubre nuestro egoísmo y nos interpela a dar un giro total a nuestro camino de soberbia, de vanidad, de individualismo, de pasiones, de poder, de riqueza...etc.

Un domingo de Ramos tocado por la apariencia de la aceptación, pero escondido en el pecado soberbio del desamor. Un domingo de Ramos donde se confunde el amor con el poder, la venganza y la victoria del más fuerte. Un domingo de Ramos donde no se entiende que la libertad se esconde en la propuesta amorosa de la concordia, la fraternidad y la paz.

Un domingo de Ramos donde el Amor es la propuesta que esconde el Tesoro que todos buscamos: la felicidad eterna.

DOMINGO DE RAMOS EN FOTOS
Semana Santa 2014
Parroquia San Ginés Obispo (Arrecife)