martes, 12 de marzo de 2013

CURSILLO PREMATRIMONIAL - 1ª SECCIÓN (Padre Joan Carrer)




El sábado 9 de febrero tuvo lugar la primera sesión hangout del curso prematrimonial. Aquí tenéis la grabación que ha preparado estupendamente Pilar V. Padial y por lo que le estoy muy agradecido. Encontraréis en este enlace el guión que sirvió para el desarrollo de esta sesión, así como una lista de enlaces que se proponen para la lectura. 
 

SANTA FINA DE SAN GEMINIANO

Santa Fina de San Geminiano


Nació en la pobreza en 1238 y, a pesar de ello, cuando era joven, guardaba la mitad de los alimentos para compartirlos con otros más pobres. Vivió humildemente y ocupó su tiempo de descanso en la oración. Le sobrevino una parálisis y, aún y todo, Fina nunca se quejó. Recibió un nuevo golpe cuando murió su madre repentinamente. Solía orar a San Gregorio Magno para que Dios intercediera y tuviera paciencia en su aflicción. Ocho días antes de su muerte, este santo se le apareció diciéndole: "querida niña, en mi festividad Dios te dará descanso". Así sucedió el 12 de marzo de 1253.

V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.
  
HIMNO III
Llorando los pecados
tu pueblo está, Señor.
Vuélvenos tu mirada
y danos el perdón.

Seguiremos tus pasos,
camino de la cruz,
subiendo hasta la cumbre
de la Pascua de luz.

La Cuaresma es combate;
las armas: oración,
limosnas y vigilias
por el Reino de Dios.

"Convertid vuestra vida,
volved a vuestro Dios,
y volveré a vosotros",
esto dice el Señor.

Tus palabras de vida
nos llevan hacia ti,
los días cuaresmales
nos las hacen sentir. Amén.

SALMO 143: Oración por la victoria y la paz

Bendito el Señor, mi Roca,
que adiestra mis manos para el combate,
mis dedos para la pelea;

Mi bienhechor, mi alcázar,
baluarte donde me pongo a salvo,
mi escudo y refugio,
que me somete los pueblos.

Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?
¿Qué los hijos de Adán para que pienses en ellos?
El hombre es igual que un soplo;
sus días, una sombra que pasa.

Señor, inclina tu cielo y desciende;
toca los montes, y echarán humo;
fulmina el rayo y dispérsalos;
dispara tus saetas y desbarátalos.

Extiende la mano desde arriba:
defiéndeme, líbrame de las aguas caudalosas,
de la mano de los extranjeros,
cuya boca dice falsedades,
cuya diestra jura en falso.

Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,
tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:
para ti que das la victoria a los reyes,
y salvas a David, tu siervo.

Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.

 Antífona 3: Te cantaré, Dios mío, un cántico nuevo.