viernes, 23 de noviembre de 2012

PAPA CLEMENTE I

- San Clemente I, papa y mártir, ...

Fallecido en el año 96 de nuestra era, sorprende que ya bajo su papado tuviera que enfrentarse con grupos de cristiano que perdían su fuerza por la boca, estando a tan poco tiempo de la generación que había sido revitalizada directamente con las palabras y la vida de Jesucristo. Pero así somos los humanos. 

Conservamos del papa Clemente I una carta en la que recomienda a estos grupos la práctica de la caridad fraterna. Del escrito se deduce su amplio conocimiento de la Biblia, su humildad y su fe.

Prácticamente no hay datos en torno a su muerte. Clemente está incluido en el Canon de la Misa y aparece mencionado en los antiguos calendarios.

 HIMNO
(Laudes del día)

Así: te necesito
de carne y hueso.

Te atisba el alma en el ciclón de estrellas,
tumulto y sinfonía de los cielos;
y, a zaga del arcano de la vida,
perfora el caos y sojuzga el tiempo,
y da contigo, Padre de las causas,
Motor primero.

Más el frío conturba en los abismos,
y en los días de Dios amaga el vértigo.
¡Y un fuego vivo necesita el alma
y un asidero!

Hombre quisiste hacerme, no desnuda
inmaterialidad de pensamiento.
Soy una encarnación diminutiva;
el arte, resplandor que toma cuerpo:
la palabra es la carne de la idea:
¡Encarnación es todo el universo!
¡Y el que puso esta ley en nuestra nada
hizo carne su verbo!
Así: tangible, humano,
fraterno.

Ungir tus pies, que buscan mi camino,
sentir tus manos en mis ojos ciegos,
hundirme, como Juan, en tu regazo,
y, -Judas sin traición- darte mi beso.

Carne soy, y de carne te quiero.
¡Caridad que viniste a mi indigencia,
qué bien sabes hablar en mi dialecto!
Así, sufriente, corporal, amigo,
¡Cómo te entiendo!
¡Dulce locura de misericordia:
los dos de carne y hueso!